Confirmación
Los dos bajaron y oraron por ellos para que pudieran recibir el Espíritu Santo (porque todavía el Espíritu no había venido sobre ninguno de ellos; solo habían sido bautizados en el nombre del Señor Jesús). Entonces Pedro y Juan les impusieron las manos y recibieron el Espíritu Santo (Hechos 8: 15-17).
"Es evidente por su celebración que el efecto del sacramento de la Confirmación es el derramamiento especial del Espíritu Santo como una vez concedido a los apóstoles en el día de Pentecostés".
Catecismo de la Iglesia Católica, 1302
El Sacramento de la Confirmación, uno de los tres sacramentos de la iniciación (siendo el Bautismo y la Eucaristía los otros dos) nos une más estrechamente a la Iglesia y aumenta los dones del Espíritu Santo en nosotros (CIC, 1285, 1303). En la confirmación, recibimos el sello del Espíritu Santo, y somos encargados y facultados para difundir y defender la fe como testigos de Cristo (CIC, 1295, 1303). Perfecciona la gracia bautismal en nosotros (CIC, 1316).
¿Es usted un católico bautizado que no ha recibido la Confirmación?
Para los jovenes:
La preparación sacramental y la formación religiosa son necesarias para los jóvenes que celebran el sacramento de la Confirmación, un sacramento de iniciación. Se requiere un período de preparación de dos años en la Diócesis de Harrisburg. La confirmación se celebra tradicionalmente en el octavo grado. El Sacramento de la Confirmación generalmente se celebra en primavera.
Además, los candidatos deben asistir al retiro de confirmación y presentar los proyectos y la documentación necesarios a tiempo. Se espera que los padres y candidatos asistan a las reuniones obligatorias que se llevan a cabo durante todo el año.
Comuníquese con el Diácono Richard Ramsey, el Director de Educación Religiosa, para comenzar la preparación.
Para adultos:
La confirmación se recibe después de la preparación en nuestro programa RICA, el proceso a través del cual un participante es recibido en plena comunión con la Iglesia Católica.
Visite nuestra página de RICA o comuníquese con el diácono Richard Ramsey.